Un absceso en la mano
es una acumulación de pus que afecta dicha extremidad, generalmente provocado por una infección bacteriana.
Los abscesos de la mano son bastante frecuentes y suelen ser consecuencia de una herida.
Se puede desarrollar un absceso superficial justo debajo de la piel en cualquier parte de la mano, y casi siempre se debe a un traumatismo menor, como el causado por una astilla o por un pinchazo con una aguja. Sobre la zona del absceso se produce un dolor intenso, calor y enrojecimiento, y con frecuencia se hinchan los ganglios linfáticos de la axila.
Puede aparecer un absceso más profundo en cualquier parte de la palma de la mano y extenderse entre los huesos metacarpianos (huesos de la mano situados entre la muñeca y los dedos). Una infección de este tipo puede ser subsiguiente a desgarros cutáneos o pinchazos en la mano con algún objeto punzante. Los abscesos en la palma pueden desarrollarse a partir de un callo infectado, y comienzan como un intenso dolor punzante, con hinchazón y un dolor intenso al tacto. La hinchazón y el dolor pueden ser más intensos en el dorso que en la palma.
Los médicos establecen el diagnóstico de absceso de la mano basándose en la exploración física. Hacen radiografías para detectar cualquier cuerpo extraño (como un fragmento de diente, una aguja u otro objeto) que puedan estar ocultos debajo de la piel.
Tratamiento del absceso de la mano
• Drenaje de pus
• Antibióticos y una férula
El tratamiento de un absceso en la mano consiste en el drenaje quirúrgico del pus a través de una incisión. La persona afectada también recibe antibióticos y utiliza una férula hasta que remite la infección.
Es posible que después se requiera fisioterapia con el fin de reducir la rigidez y la hinchazón y mejorar la funcionalidad.